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GRAFÍA Y ORNAMENTACIÓN DE LA ROTULACIÓN VASCA

GRUPO SEXTO. CONJUNTOS

Conocidos los tipos de letras y cifras, así como también las características de las ligaduras y comprimidos, ya sólo nos hará falta hacer buen uso de ellas y de la ornamentación para obtener una bella composición de carácter vasco. No debemos olvidar, sin embargo, otra peculiaridad de la rotulación vasca, y ésta es el aprovechamiento más adecuado del espacio disponible, con la introducción de letras minúsculas entremezcladas con las mayúsculas, sin que al valerse de esta licencia pierda claridad la lectura del rótulo sino que más bien la favorezca usándola solamente con un buen sentido de la economía y efecto artístico que ayude a equilibrar la masa general.

Para que el lector se dé cuenta de la importancia que da el vasco a esta economía de espacio y de trabajo en la talla de rótulos, voy a darle a conocer una regla más; regla que aunque no se sigue con rigor, hay una gran tendencia a tenerla en cuenta; y es la siguiente:

Cuando el tallista pasa su cincel para perfilar el contorno de una letra, la parte afilada de su herramienta, al ir vaciando una especie de faja, va dibujando un perfil paralelo que el rotulista lo aprovecha si es posible para la letra siguiente. Ello da cierto carácter particular al rotulado, como puede verse por las muestras que más abajo inserto. De ahí el que la letra V sea empleada en numerosas ocasiones en lugar de la U, como cuando se halla colocada entre dos AA, por ejemplo .

Así se explican también ciertas inclinaciones de letras que en su forma normal deberían ser verticales: .

De igual modo que una M, por ejemplo, que será normal caso de que le preceda o le siga otra de tipo vertical se acomodará mejor en otra forma si está entre letras que dejen otra superficie disponible: .

Si se diera el caso de que por un lado tiene como vecina una letra vertical y por el otro una inclinada, entonces se acomodaría a ambos perfiles: .

Tales circunstancias son la causa de que nos encontremos a veces con comprimidos como el de esta agrupación de tres caracteres, en el que al tallar una letra ya ha nacido parte de la siguiente, dándonos entre ellas unas fajas o platabandas de una anchura constante.